Condenado mi
corazón está a ti Cecilia
Inmerso a ti
cada ventrículo y aurícula.
Es por ti
Cecilia que este órgano detona
Donde cada
mirada tuya es un pulso
Y cada andar
tuyo un latido Cecilia.
¿Qué
misterio escondes en tu mirar Cecilia?
Una incógnita
son tus ojos.
El azar de
la vida está en tus pupilas.
Así, un
laberinto es tu vista Cecilia,
Donde el
punto de partida es este desvivir mío,
Y su
paradero es tu posible amor Cecilia.
Un hombre
está muriendo por tus labios,
Padece de tu
beso y tu carne.
Se encuentra
en agonía de morder tu nervio,
Perece de tu
paladar y gusto.
¡Sálvalo
Cecilia!
Bésale,
muérdele, lámele.
¡Sálvalo
Cecilia!
Que sea tu
boca el milagro.
¡Sálvalo
Cecilia!
Que este
hombre muere por tu labio
¡Sálvame
Cecilia!
¡Sálvame!
¡En que
desespero me encuentro para sentir tu mano!
He aquí mi
pecho para tu palma Cecilia,
He aquí mi
dermis para marcarse a tu contacto
Donde mi
esternón busca tu uña,
Donde mi
mejilla busca tu afecto
Y todo para
saber de tu ternura.
¡Veme
Cecilia!
Con ese
mismo enigma
Que tus ojos
emiten,
¡Veme!
¿Puedes
sentir el abatir de este corazón que es tuyo
Golpearse a
nombre de tu pecho?,
¿Puedes
observar como la vida se me va
En cada
fricción de tus labios?
¿Cómo sé que
es mía esta piel
Si no he
conocido tu tacto?
¿Qué es
caricia y sensación
Si nunca he
sentido tu mano?
Cecilia.
¿Qué es afán
e intriga
Sin saberte
la compañía?
¿Qué es
contemplar y admirar
Si no está
ante mi tu figura?
Si es
apenas una mirada
Lo que mis
ojos de ti capturan,
Pero diré
que es tu silueta
la dulce
imagen que el sueño recupera.
Cecilia…
¿Qué es
soñar si no estás en mi vida?
J.G.A
Lunes
04/02/2019
08:12P.M.
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