Es curioso
la estación en la que me escribes.
Otoño está
en su mejor momento,
Se siente la
frescura del viento
Y es ese
viento gélido que permanece en la carne,
El día dura
menos, por ende se aprovecha más un atardecer
Y es el
instante que la luna se muestra más
esplendorosa.
Con esto te
estoy diciendo todo.
Tu
permanencia,
Mi
admiración
Y bueno…tú.
Se aproxima
Octubre
Y basta
decir lo importante para ti que es este mes,
Por mi parte
me llama más la nostalgia
Que bien, se
ha vuelto más profunda y más severa
Desde hace
ya casi un año
Desde que
comenzamos a compartir un suceso.
Para ser
sincero, me esforzaría por saltarme esos 31 días
Y en
especial una fecha
Que tanto tú
como yo bien conocemos,
Pero, ¿quién
se salva del ciclo del tiempo?
Ni que decir
cuando se interpone el amor en ello,
Hace pasar
días, hasta esperar una fecha
Que cambió
la vida,
El tiempo
Y el amor en
uno.
No se diga
de la muerte.
Me escribes
amor mío en temporada en que todo cae,
Cambia y
busca ser renovado.
Así las
hojas, así la lluvia.
Un árbol,
una nube entonces no vuelve a ser el mismo.
¿Cómo ha
llovido, no crees?
Comenzaste
así escribiéndome
Y lo que
para ti pareciera una oración sin
sentido,
Créeme es el
mejor inicio para una carta,
Que busca
conmoción y aprecio
Y en efecto,
llueve.
Llueve mi
vida...llueve.
Lo que para
ti quizá sea un instante de reflexión y añoranza
Para mí es
un diluvio.
Quizá para
ti sea un lapso de purificación
De limpieza
De curación,
Para mi es
solo diluvio.
Y un diluvio
que no cesa
Que escapa
Que se fuga
entre paredes.
Hay heridas
que no sanan
Las del
corazón,
Las del
alma.
Llueve…llueve
mi vida…llueve
Y es que
piensas en las gotas
Que resbalan
por tus cristales
Asemejándolas
con dos cosas:
Una canción,
Un poema.
Por mi parte
las comparo en 29 formas.
En mi llueve
29 veces.
¡Llueve…llueve
mi vida…llueve!
Y me llueve
en un segundo 29 recuerdos,
Así son 29
gotas las que cuento.
Se aferran
esas pizcas húmedas en mis labios
Y pienso 29
veces que te he besado.
Se me escurren
entre mis manos
Y siento las
29 ocasiones que te he acariciado.
¡Llueve…llueve
mi vida…llueve!
Y se forman
en el pavimento 29 charcos
Y de esas 29
me revelan
Las veces
que estuviste a mi lado.
Esta lluvia
es frígida
Y el pecho
lo reciente,
Memorizando
entonces
29 veces que
te dije te amo.
En efecto,
llueve
Y me llueven
no tan solo las gotas de la remembranza,
Me llueven
girasoles,
Poemas
Y cartas.
Me llueven las
promesas,
Los
juramentos
Tantas
palabras.
Cae en
diluvio la ausencia,
El adiós
Tu partida.
A cántaros
una imagen,
Tu cuerpo,
Tu estadía.
¡Llueve…mi
vida…llueve!
Cada memoria
Cada día 29.
Hay cosas
que con el tiempo no varía
En tu caso
una gota,
En el mío el
seguirte diciendo mi vida.
J.G.A
Viernes
21/09/2018
10:41PM
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