Poesía y arte

Contemplándose en un lago

Pues vanidoso era aquél

Presumiendo que todo lo existente

Era en agradecimiento a él,

Que según decía todo sonido

Toda pintura y textura

Desde el trazo y la imagen

Como también la composición,

La letra y el baile eran gracias a él.

Aquél engreído asumía

Que todo lo visto entendía

Más aún, osaba decirse

Qué él era entendimiento.

Este fanfarrón, fatuo y arrogante

Tan soberbio y pedante se llamaba arte.

Arte en medio de su contemplación

Observó en su reflejo, distante

Un templo situado en una cúspide

Y extrañado fue a revisarle.

Escalando tantos metros

Llegando a la cumbre atónito quedó

Pues lo que vio era tan lozano

Con pilares griegos sosteniendo

Un techo labrado con mármol

Un jardín compuesto de todas las flores

Y al fondo recibiendo las aguas

De una cascada, una fuente

Donde bañándose desnudas

Habían nueve entes celestes.

Siguiendo una senda hecha de cantera

Atravesó arte el umbral de aquel templo

Hallando solamente un trono esplendoroso.

 Al mirar aquello preguntó el:

-¿Alguien habita este lugar?

Solo hubo silencio

Y al querer dar partida

Se reveló una imagen majestuosa

Una figura solemne fue tomando forma

Sentándose sublime en el sitial.

Aquél se mostró estupefacto

Al observar la eminencia

Que ante sus ojos se manifestaba.

-¿Quién eres engendro?

-tu diosa. Respondió aquella deidad.

-No puede haber otro dios más que mi persona. Refutó arte.

-has vivido una mentira toda tu vida.

Yo soy lo que eres

Lo que presumes ser

Yo soy todo lo que vs y lo expresado

Yo soy tu creadora

Tu inventora

Yo soy poesía.

Arte no podía ocultar el miedo

Pero era mayor su ego

Y se reveló ante poesía

— ¡Mentira! Yo soy lo que el hombre conoce

Soy su entender y su razonar

Soy su intérprete ante la vida

Soy su razón de existir

—Lo único que eres es ser un farsante.

Entró en cólera aquella diosa

Tanto que le impuso un castigo

—Debido a tu altivez y soberbia

Pretendiendo ser lo que no eres

Te daré condena

Debido a tu engaño mostrándote

Delante del hombre con un antifaz

Te impondré entonces la misma pena.

 Usarás una máscara

Y detrás de ella utilizarás mi nombre

Para cuando la humanidad te mencione

Tras tu careta se hallará mi existencia.

Desde entonces la humanidad nombra al arte

Como símbolo de la existencia

Cuando en verdad es la poesía

Quien se encuentra detrás de ella.

Arte es el producto del ser

Y poesía sencillamente es el ser.

J.G.A

Viernes

29/11/2019

09:23P.M.