Demonio 13



Yo no pretendía amarla
Ni tan siquiera concebir el hecho
Que a ella pudiera entrañarla.
Yo no pretendía la entrega
La devoción de mi alma y mi vida
A ella.
Pero lo hice, la ame.
Y la ame como a nadie,
Más que ningún otro demonio
Que haya apropiado.

Querer ya no era palabra válida
Cuando acariciarla se convirtió
En reconocimiento.
Cuando besarla se volvió juramento
Morderla pertenecer
Lamerla sensación.
Clamar deseo se volvió vago
A comparación de nombrarla
Y ya era en aquella mujer
 Reconocer
Jurar
Pertenecer
Sentir.

Hoy, pensarla es significado de tortura.
Cuando viene a mí su figura,
Su piel a la mía, hondamente sutura
Al recordar el calor que emanaba
Su contacto desnudo
Mi carne abrasa,
Los músculos se consuman.
Es permanecer en la hoguera
Cuyas llamas se agrandan
Desde el fondo de la dermis.
Es vivir a carne propia el infierno.
Hirviendo la sangre,
Deteriorando el corazón.

Pensar en ella
Es colgarme de la horca
Rompiéndome la tráquea.
Intentar eximir un lloro
Pero en mí ya no se extiende nada.
Asfixiado,
Moviéndome de lado a lado
Asimilando un reloj de péndulo
Reflejando el tiempo que estuve a su costado.
Revelando los momentos,
Las horas,
El año.

Yo no pretendía amarla
Pero, como pudiera yo salvarme
Si mi alma a ella ya estaba sentenciada.
Cuando por primera vez a sus ojos miré
Supe al instante que mi integridad
Estaba a la muerte condenada,
Mas deberé decir que fue una divina muerte.

Muerto a besos
Y alegrías.
Muerto en brazos
Y acompañado.
Muerto en caricias
Y sintiendo.

Muerto,
Vivamente muerto.

Amorosamente muerto.

Sin embargo, es el amor
La peor de las condenas
Y al estar mi vida sometida a ella
Al momento como acabó este amor
Así lo fue mi vida.

Solicitó tiempo
Mas mintió,
Porque lo que ella quiso decir
Es que necesitaba olvido.

A veces cuando la soledad le abruma
Y la necesidad de ser amada requiere
Me busca.
Y cuando uno mantiene solo la ilusión,
El amor
Lo acepta.
Hasta el punto de pensarme nuevamente
 A vivir en su pecho  mi divina muerte.
O cuando ella ya no tenga soledad,
Cuando ella sea amada.

Solamente el tiempo lo dirá,
Esta horca lo dirá…

Pensar en ella, es una tortura.

J.G.A
Martes
01/01/2019
10:36P.M.



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